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Incidentes relacionados con el equipo

Tomado de: Alert Diver — 2do Trimestre 2016

El sol había salido y la visibilidad a 9 metros (30 pies) de profundidad era excelente. Era casi el momento de iniciar el ascenso, por lo que mi compañera se tocó el reloj y luego hizo la seña de "OK"; yo le respondí alegremente con la misma seña. Este tiempo libre era justo lo que necesitaba después de una atareada semana en el trabajo. Luego, justo cuando todo marchaba a la perfección, escuché un burbujeo. Me quité la segunda etapa de la boca y la sostuve con la boquilla apuntando hacia abajo. Desafortunadamente, vi burbujas que salían del equipo; mi regulador tenía una fuga. Era casi el momento de nuestra parada de seguridad, por lo que volví a colocarme el regulador en la boca y controlé nuevamente que mi compañera se encontrara a mi alcance en caso de que sucediera algo inesperado. Después de pensarlo, me di cuenta de que no había llevado mi regulador para que le realizaran un mantenimiento desde el verano anterior, por lo que decidí dejarlo en la tienda de buceo en el transcurso de la semana. Cuando se trata de tener gas a disposición para poder respirar, más vale prevenir que lamentar.


Cuando regresé a trabajar en DAN®, mi primera tarea de la semana fue analizar los últimos informes de incidentes de buceo, que son enviados por buzos que han experimentado un cuasi incidente o bien han sido testigos de ello. Se trata de sucesos inesperados que podrían haber terminado en una lesión. Invadido por la curiosidad, conté cuántos incidentes habían sido el resultado de un mal funcionamiento del equipo. De los primeros 92 informes que analicé, 16 incidentes (el 17 por ciento) suponían problemas con el equipo. Según otros datos, sabemos que este número probablemente es una sobre representación de la incidencia de problemas con el equipo, pero resulta razonable ya que las fallas con el equipo son un tema de preocupación para muchos buzos. Me pareció interesante que 13 de 16 problemas con el equipo que se informaron (81 por ciento) estaban relacionados con el suministro de aire y los otros tres informes (19 por ciento) se relacionaban con el control de la flotabilidad. Al estudiar los problemas con el suministro de aire, rápidamente pude identificar un error común: la falta de control del manómetro subacuático (SPG, por sus siglas en inglés) al realizar la prueba de respiración del regulador. A continuación figura un fragmento de un informe de un incidente:


El grupo estaba compuesto de cuatro buzos y dos guías. Ingresamos al agua con una entrada de backroll (de espaldas) y yo fui el primero en lanzarme. Antes de ingresar controlé todo mi equipo y probé el regulador y el inflador. Luego eliminé el aire de mi chaleco compensador y me coloqué en posición. El marinero de cubierta controló todo mi equipo y se aseguró de que la válvula de mi tanque estuviera abierta. Me lancé al agua y descendí entre 1,8 y 3 metros (6 y 10 pies) e intenté realizar mi primera respiración: nada. Estaba bajo el agua, con una flotabilidad apenas negativa, sin aire para respirar ni insuflación. Aleteé con todas mis fuerzas y puede llegar a la embarcación y sujetarme de la plataforma de baño. El marinero de cubierta pudo llegar hasta donde me encontraba y volver a activar mi suministro de aire.

Otro informe de un incidente destaca un error común que es informado a DAN todos los años: giro de la válvula en la dirección equivocada.

Durante un buceo en Florida observé que con cada inhalación la aguja de mi SPG fluctuaba. Se movía hacia abajo con cada respiración y luego regresaba a la lectura de presión correcta para mi tanque. Continué con el buceo pero sin dejar de controlar el manómetro y cuando alcancé una profundidad de aproximadamente 17 metros (55 pies) repentinamente se me hizo muy difícil respirar. Examiné mi SPG a la mitad de la respiración y pude ver cómo la aguja bajó a 0 psi y no regresó de inmediato. Sentí que no había más aire disponible aunque sabía que en mi tanque quedaban al menos 1.200 psi. Hice una seña para indicar que me había quedado sin aire y utilicé su regulador alternativo. Realizamos un ascenso controlado hacia la superficie y no sufrí ninguna lesión. Tras revisar mi equipo me di cuenta de que en lugar de girar la válvula de mi tanque para abrirla por completo y luego hacer medio giro en la dirección contraria, la había cerrado completamente y la había abierto sólo medio giro. Al descender a una profundidad superior a 10 metros (33 pies) recibí un suministro de presión de aire insuficiente desde el tanque hacia el regulador porque la válvula del tanque estaba apenas abierta y el tanque no podía seguir suministrando el mismo volumen de aire a una mayor presión ambiental.

Ambos incidentes destacan cómo evitar la mayoría de los problemas relacionados con el suministro de gas. Primero, asegúrese de que la válvula esté completamente abierta o completamente cerrada. Ya han quedado atrás los días en que los buzos debían girar la válvula un cuarto de giro. Segundo, y esto es fundamental para la seguridad en el buceo, cada buzo debe controlar su SPG con dos respiraciones justo antes de ingresar al agua. Si el tanque está apagado o si está vacío, siempre que la válvula esté completamente abierta o completamente cerrada podrá darse cuenta de si todo está en orden con sólo realizar dos respiraciones de prueba. Si la aguja baja, indicará que la válvula está cerrada, pero si se mantiene inmóvil en la zona que indica que el tanque está lleno, entonces significará que tiene un suministro de gas suficiente para ingresar al agua. Los problemas de flotabilidad, aunque no son informados a DAN con la misma frecuencia que los problemas con el suministro de gas, aún pueden ser comunes. La mayoría de ellos puede evitarse con facilidad con sólo seguir estos tres simples consejos:


  • Siempre pruebe el inflador del chaleco antes de ingresar al agua. Si quedará atascado, este es el momento en que es probable que esto suceda.

  • Siempre asegúrese de poder inflar el chaleco con la boca antes de ingresar al agua en caso de que sea necesario en una emergencia.

  • Controle el sistema de eliminación de peso. Si utiliza equipo que no le resulta familiar, asegúrese de saber cómo quitar el lastre, de ser necesario. Si bucea desde la costa en un día tranquilo, considere realizar una rápida reducción de peso mientras flota en la superficie con una profundidad de 1,2 metros.

Recuerde estos tres simples consejos para evitar los problemas con el equipo que se informan más comúnmente a DAN: asegúrese de que la válvula del tanque esté completamente abierta o cerrada y familiarícese con el chaleco compensador y el sistema de eliminación de peso antes de utilizarlos en un buceo. Si sigue estas sugerencias podrá evitar muchos problemas con el equipo que son poco frecuentes pero potencialmente graves.


Para obtener más información:

Si desea obtener más consejos e informes de incidentes, o para informar un incidente de buceo, visite DAN.org/diving-incidents.

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